Demandan un cambio de rumbo para frenar el contagio aéreo, que requiere «más que abrir la ventana». «Queremos ser libres de las olas de enfermedad».
Ángel DíazJue
Más de 100 de los principales expertos internacionales en la lucha contra el coronavirus han pedido un cambio de rumbo en la estrategia de muchos países, entre los que cabría incluir a España. Los investigadores, sanitarios y especialistas en salud pública, han enviado una carta abierta a la revista British Medical Journal (BMJ) para subrayar la importancia de ajustar las medidas a la evidencia científica, que ha cambiado y mejorado a lo largo de la pandemia, sin que siempre la haya acompañado la política.
En especial, demandan que se diga con total claridad que el virus se transmite mediante aerosoles, es decir, partículas que exhalamos al hablar o respirar y se mantienen a flote en el aire, como lo haría una nube de humo. Aunque al principio de la epidemia se trataba de una teoría polémica, hoy se considera confirmada.
«Se vio de manera indiscutible, y frente a teorías previas que se demostraron desfasadas, que el mecanismo de este coronavirus era mediante aerosoles», explica José María Martín-Moreno, doctor en Epidemiología por la Universidad de Harvard y catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Valencia, además de uno de los firmantes de la misiva.
«Ha llegado el momento de articular medidas sobre la ventilación y la filtración eficaz del aire. Hemos de ir más allá de la mera apertura de las ventanas y buscar un cambio de paradigma para garantizar que los edificios se diseñen, construyan, adapten y utilicen de forma óptima para maximizar el aire limpio para los ocupantes», añade Martín-Moreno.
La carta propone una estrategia global contra la pandemia basada en cinco puntos: 1) declarar «inequívocamente» al SARS-CoV-2 un patógeno aéreo; 2) promover el uso de mascarillas de calidad (FFP2 y similares) en interiores; 3) recomendar la ventilación y el filtrado del aire; 4) fijar criterios «para imponer o relajar restricciones» según los niveles de transmisión comunitaria, y 5) tomar «medidas urgentes» para lograr la vacunación mundial.
«Todo ello acompañado de más iniciativas de apoyo financiero a todos estos grupos que han tenido que hacer sacrificios, por ellos mismos y por toda la sociedad. A esto es a lo que llamamos estrategia Vacunas-Plus, o Vacunas y más«, indica Martín-Moreno, quien también destaca la importancia del rastreo y el aislamiento de casos, así como la necesidad de definir «de forma nítida» las medidas de salud pública.
«Aunque muchos de nosotros hemos venido repitiendo estos mensajes una vez y otra, no han llegado a calar en las personas que tenían que tomar las decisiones, y eso ha conllevado que muchísimas personas se hayan infectado, que un porcentaje nada desdeñable haya enfermado de forma seria, y un porcentaje aún por conocer tendrá covid persistente. Además de lo más trágico: la muerte asociada al nuevo coronavirus o a las consecuencias de colapso que ha generado en el sistema de salud, que no ha podido atender muchas otras patologías», desgrana Martín-Moreno.
Dos clases de países
La carta distingue dos clases de estrategias contra el covid. «Algunos países ven la infección como un daño en sí mismo«, según señalan los expertos, y por eso intentan «mantener tasas bajas de infección mediante una combinación de vacunas, medidas de salud públicas y medidas de apoyo financiero». Este es el enfoque de Vacunas Plus. La otra opción es adoptar medidas de «mitigación«, que persiguen «evitar que los sistemas sanitarios se saturen» y toleran altísimos niveles de transmisión.
«No se trata de una petición de restricciones», aclara en Twitter Christina Pagel, catedrática del University College de Londres y otra de las firmantes del documento. «De lo que se trata es de una petición de nuevas inversiones para dar a todos la libertad frente a los aumentos cíclicos y disruptivos de la enfermedad», añade.
La carta concluye con unas recientes palabras de Tedros Adhanom, director general de la OMS: «Necesito ser muy claro: las vacunas solas no van a sacar a ningún país de esta crisis», afirmó. «No son vacunas en vez de mascarillas, no son vacunas en vez de distancia, no son vacunas en vez de ventilación o higiene de manos. Háganlo todo. Háganlo consistentemente. Háganlo bien».