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Dra. Natalia Martínez Medina

La American Heart Association (AHA) recomiendarealizar al menos 150 minutos semanales de actividad aeróbica de intensidad moderada, 75 minutos semanales de actividad aeróbica intensa o una combinación de ambas, preferiblemente repartidas a lo largo de la semana, para evitar enfermedades cardiovasculares. ¿Qué tanto saben los médicos prescribir ejercicio y cómo se deben evaluar los pacientes para recomendar una actividad física adecuada?

Dra. Thelma Sánchez Grillo

La Dra. Thelma Sánchez Grillo, cardióloga del Hospital Clínica Bíblica, en San José, Costa Rica, durante la sesión Evaluación del paciente y prescripción de ejercicio en prevención primaria,dio a conocer los beneficios y riesgos del ejercicio y las recomendaciones para realizar una adecuada evaluación del paciente antes de la prescripción de la actividad física.[1]

«El ejercicio tiene beneficio cardioprotector, emocional, antiarrítmico y antitrombótico y disminuye el estrés», destacó.

Asimismo, señaló que hay que evaluar el riesgo desde los componentes cardiopulmonar y musculoesquelético porque el ejercicio por sí solo puede desencadenar eventos coronarios y lo que menos se quiere al prescribir ejercicio es generar complicaciones. «Recomendar ejercicio debe ser progresivo, no se puede proponer un régimen a un paciente de alta intensidad si no hay un preacondicionamiento en donde se pueda generar circulación colateral y se mejore la capacidad pulmonar y cardiaca».

Según la American Heart Association, se debe catalogar al paciente de la siguiente manera: el que ha hecho ejercicio y el que no lo ha hecho, el que tiene antecedentes como enfermedad cardiovascular, metabólica o renal y aquel con enfermedades con síntomas o sin síntomas para poder considerar los parámetros al recomendar ejercicio, complementó la Dra. Sánchez.

«Si el paciente tiene síntomas y hace actividad física leve, como caminar, puede continuar con este ejercicio y no requiere evaluaciones posteriores, pero si tiene alguna enfermedad y es sintomático y no hace ejercicio se debe hacer evaluaciones posteriores a la prescripción del ejercicio no solo clínica, sino también se debe considerar algún método diagnóstico; asimismo, en un paciente que hace actividad física y quiere aumentar la intensidad la recomendación es hacer un estudio clínico detallado y de ser necesario estudios imagenológicos complementarios».

Datos de alarma
MareoOrtopneaAlteraciones de la frecuencia cardiacaEdema de miembros inferioresDolor torácico, especialmente asociado con el ejercicioClaudicación intermitenteSoplos cardiacosDisneaDisminución del rendimientoFatiga

Parámetros de frecuencia, intensidad, tiempo y tipo

Los parámetros de frecuencia (número de sesiones por semana), intensidad (esfuerzo percibido medido a través de la frecuencia cardiaca alcanzada), tiempo y tipo (actividad aeróbica y fuerza muscular), llamados FITT, deben considerarse para hacer una adecuada prescripción de ejercicio, indicó la Dra. Sánchez.

«El gran problema es que la mayoría de los médicos no sabe prescribirlo de manera adecuada y más allá de saberlo, lo importante es que durante la consulta, cuando estamos frente al paciente, debemos más que generar una rutina, ser motivadores, identificar obstáculos e interés del paciente para el ejercicio, porque es claro que tener una actividad física asociada al día a día ayuda a mejorar la calidad de vida y de años», agregó la especialista.

Las recomendaciones son claras: en una población de 18 a 64 años se debe indicar una actividad de 50 minutos con intensidad moderada, ya sea aeróbica, de fuerza o mixta en una semana. «Tenemos que promover el hecho de moverse más y sentarse menos, recomendar programas integrales donde también existan coordinación, balance y fortalecimiento muscular; si el sedentarismo es un riesgo, es necesario incentivar que se empiece actividad física de uno a dos minutos cada hora, porque todo ejercicio debe ser gradual y progresivo para evitar complicaciones», destacó.

Evaluar previo a recomendar

La especialista recalcó la importancia de la prescripción individual, tener cautela y evaluar adecuadamente para saber qué rutina de ejercicio recomendar. «Además se debe involucrar al paciente en su autocuidado, adecuada alimentación e hidratación y resaltar que si tiene un proceso infeccioso no realice ejercicio por riesgo de miocarditis y muerte súbita», añadió.

Dra. Rafaellina Concepción

La Dra. Rafaellina Concepción, cardióloga de República Dominicana, vicepresidenta para Centroamérica y el Caribe de la Sociedad Interamericana de Cardiología (SIAC), concordó en la importancia de la evaluación del riesgo de la persona que consulta para solicitar una rutina de ejercicio, verificando factores de riesgo. «Por ejemplo, en pacientes con prediabetes está demostrado que hacer ejercicio puede reducir el paso a diabetes; lo esencial es estratificar y saber qué ejercicio recomendar: aeróbico, de fuerza o combinado, para mejorar la capacidad funcional sin llegar al umbral de paso de frecuencia cardiaca, disminuyendo el riesgo de otras comorbilidades, como hipertensión, obesidad y aumento de lípidos y logrando cambios de estilo de vida».

Dr. Carlos Franco

El Dr. Carlos Franco, cardiólogo de El Salvador, resaltó que no hay riesgo cero cuando se evalúa un paciente. «Por supuesto que hay una diferencia entre el atleta y el que no hace actividad física, pero debemos perfilar bien a todos los pacientes, evaluar con detalles factores de riesgo, no pasar de alto la enfermedad cardiovascular subclínica y verificar si necesita prueba de esfuerzo o imágenes complementarias para evaluar funcionalidad cardiaca, además se debe hacer una prescripción gradual de sus entrenamientos y verificar su estado nutricional».

Como médicos se debe saber prescribir lo básico de ejercicio y hacer pequeñas intervenciones, con intensidad sencilla, dar consejos prácticos y en lo posible apoyarse en especialista como el fisiatra, especialistas del deporte, fisioterapeutas, finalizó el Dr. Franco.