Fuente: time.com
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[Editado por Jaime Torres y Jorge González. Traducido por Jorge
González] 
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Si usted les cree a las autoridades chinas, la batalla de dicho país
contra el nuevo coronavirus está prácticamente ganada. Pero esta
afirmación está obscurecida por una nube de resultados sesgados,
mandatos políticos – y casos y posiblemente defunciones no
reportadas.

Después de varios días de proclamar la aparición de solamente unos
cuantos casos nuevos de COVID-19, este último miércoles China
cambió una vez más el significado exacto de tal definición, e
incluyó por primera vez en sus estadísticas oficiales a las
infecciones asintomáticas por coronavirus. Esta decisión es
posterior a las críticas por parte de los expertos en salud, así
como de los Estados Unidos y otros gobiernos, señalando el riesgo de
un resurgimiento de la mortal pandemia al haberse minimizado el
número de casos reportados al interior de sus fronteras.

Ahora se tiene una octava definición de lo que constituye una
infección por COVID-19 de acuerdo con las estadísticas oficiales de
China desde que se inició la epidemia a fines de diciembre pasado, y
los críticos arguyen que la falta de claridad hace más difícil que
otras naciones entiendan la situación y se preparen adecuadamente
para la enfermedad.

No es una práctica normal para las naciones excluir como rutina a los
resultados positivos en las pruebas de diagnóstico de COVID-19 sobre
la base de los síntomas., declaró a la Voz de América (the Voice of
America) el Sr. Yanzhong Huang del Consejo de Asuntos Exteriores, más
aun si múltiples estudios indican que los portadores asintomáticos
son responsables de una gran proporción de las infecciones.

Y a pesar de las reducciones en las medidas de contención y
aislamiento en China conforme las cifras de casos nuevos de COVID-19
caen a números de dos dígitos, casi todos importados, los cambios en
los criterios (para la definición de caso) hacen surgir dudas acerca
de si el virus realmente ha sido derrotado en el país donde emergió
inicialmente.

Aun con todo, el gobierno chino manifiesta estar tomando acciones para
asegurar que sus cifras sean exactas. En una reunión del Comité
Chino para el Combate contra el COVID-19 este último lunes, presidida
por el Primer Ministro Li Keqiang, «se reiteró la obligación de
revelar información abierta y transparente; y advirtió contra
cualquier encubrimiento o subreporte,» de acuerdo con un comunicado
oficial.

Tal como es la costumbre en Beijing, las consideraciones políticas
parecen tener la máxima importancia. Después que el número total de
infecciones en China fue sobrepasado por las cifras de los EE.UU. y
otras naciones, el país estuvo en capacidad de aprovechar su aparente
éxito como una señal de que sus duras medidas internas habían
permitido que otros (países) ganen tiempo, a la vez que apaciguaba en
algo la ira causada por su pobre manejo y ocultamiento iniciales de la
epidemia que hasta la fecha ha cobrado más de 42,000 vidas en el
planeta (investigación realizada por la Universidad de Southampton
sugiere que podría haberse evitado un 95% de las infecciones si China
hubiera actuado tres semanas antes).

La China continental reconoce oficialmente 82,294 infecciones y 3,310
defunciones. Sin embargo, también tenía 1,441 pacientes
asintomáticos con COVID-19 en observación para este último lunes,
de acuerdo con la Comisión Nacional de Salud. E diario South China
Morning Post de Hong Kong reportó el 22 de Marzo último que existen
documentos confidenciales que indican que para fines de Febrero había
un total de 42,000 casos asintomáticos que habían sido excluidos de
los recuentos oficiales.

La inclusión de estos casos significaría que China aventaje a Italia
y España, colocándose de vuelta en el segundo lugar del número
total de infecciones por COVID-19, quedando por detrás de los EE.UU.,
en donde se tenía unos 190,000 casos para el 1 de Abril.

Sin embargo, ésta es solamente una de las muchas preocupaciones
acerca de las estadísticas oficiales del COVID-19 en China. Un
estudio realizado por seis investigadores de la Universidad de Hong
Kong encontró que unas 232,000 personas en China pueden haber estado
infectadas para el 20 de febrero pasado, en comparación con la cifra
de aproximadamente 75,000 casos que el país había reportado
oficialmente para esa fecha.

El estudio en mención, al cual fue publicado el 27 de marzo último
pero que no ha sido revisado por pares, examinó cómo habrían sido
las cifras de casos si la misma definición de caso – un grupo de
criterios estandarizados para determinar si una persona tiene una
enfermedad en particular – hubieran sido utilizados a lo largo de la
epidemia.

De acuerdo con el estudio, la Comisión Nacional de Salud de China ha
emitido siete versiones de la definición de caso desde enero hasta
inicios de Marzo del 2020, conforme los expertos en salud aprendían
más acerca del virus (la octava versión es la actualización más
reciente, la cual incluye a los casos asintomáticos).

Ben Cowling, catedrático en epidemiología de las enfermedades
infecciosas en la Universidad de Hong Kong y uno de los autores del
estudio, declaró a TIME que la definición de caso utilizada en China
inicialmente era muy restrictiva, incluyendo solo a los pacientes
severamente enfermos. Tal definición fue ampliada gradualmente para
permitir la confirmación de los casos más leves, manifestó. 

Este subreporte impidió al mundo tener la capacidad de entender la
severidad del brote en Wuhan, ciudad que ha estado en una estricta
cuarentena desde el 23 de enero pasado, cuando el nuevo mortal
coronavirus fue rastreado en su origen hacia un mercado de productos
marinos en la citada ciudad de 11 millones de habitantes.

TIME entrevistó a muchos residentes de Wuhan que enfermaron, así
como a familiares de posibles víctimas del COVID-19 que nunca fueron
incluidas en las cifras oficiales durante el pico máximo de la
epidemia. También existen incontables reportes de personas que
colapsaron en las calles y de cuerpos abandonados afuera de los
edificios de departamentos. Sin embargo, solo aquellos que fallecieron
después de haber sido diagnosticados de COVID-19 han sido incluidos
en las estadísticas oficiales.

Un residente de Wuhan que solicitó preservar su anonimato por temor a
represalias oficiales declaró a TIME que un hospital rechazó admitir
a su madre enferma durante las celebraciones del Año Nuevo Lunar en
Enero pasado; y solo se le prescribió medicamentos y se le envió de
vuelta a su domicilio sin que se le haya realizado ninguna prueba.

De acuerdo con un análisis realizado por Radio Asia Libre (Radio Free
Asia), la cifra oficial de muertes en Wuhan, 2535 defunciones, puede
corresponder a un subreporte en un factor cercano a 20 (20 veces
más). La organización de noticias en mención cita reportes que
señalan que siete establecimientos de servicios funerarios han estado
distribuyendo diariamente 500 urnas funerarias con los restos de
pacientes con sospecha de tener COVID-19, durante 12 días, desde el
23 de Marzo hasta el festival tradicional de Qingming (familias
visitan las tumbas de sus ancestros, limpian las lápidas, elevan
oraciones y hacen ofrendas rituales) que usualmente tiene lugar el 5
de Abril, lo cual indicaría un total de hasta 42,000 urnas. Otras
estimaciones, basadas en la capacidad de los hornos crematorios en los
establecimientos de servicios funerarios ponen esa cifra en 46,800.
Ninguno de tales establecimientos en Wuhan que fueron contactados por
TIME aceptó comentar al respecto.

Esta falta de transparencia es particularmente preocupante, dado que
la provincia de Hubei ya está liberalizando algunas restricciones en
viajes, habiéndose programado el fin de la cuarentena en Wuhan para
el 8 de abril próximo, haciendo surgir temores acerca de un posible
resurgimiento de las infecciones.
Aun cuando China anunció con bombos y platillos este último 19 de
marzo que no se habían reportado casos nuevos de COVID-19 en el país
desde el inicio de la epidemia, por lo menos un caso asintomático fue
reportado en Wuhan, pero fue excluido de las estadísticas, de acuerdo
con La Voz de America.

«Aún existen preocupaciones acerca del nivel de transparencia en
referencia a la información proveniente de China,» declaró Adam
Kamradt-Scott, profesor asociado especializado en seguridad de la
salud global en la Universidad de Sydney. » No obstante los problemas
de mayor magnitud, lo que se ha tornado cada vez más aparente es que
tenemos varios países que no han tomado las medidas pertinentes lo
suficientemente rápido.»

Sin embargo, el reporte de cifras exactas es difícil, aun para los
países que históricamente se han caracterizado por su transparencia.
Muchos países están en la lucha por realizar las pruebas adecuadas,
lo cual distorsiona las cifras oficiales de los infectados. Por
ejemplo, las tasas de mortalidad en España y en Italia son mucho
mayores que los valores promedio – en 9% y 12%, respectivamente, en
comparación con menos de 2% en Corea del Sur – no porque haya una
cepa más letal del virus, sino porque no se han realizado pruebas a
los casos más leves, manifestó Mario Esteban, analista principal
especializado en las relaciones entre la Unión Europea y el este de
Asia en el Real Instituto Elcano en Madrid.

Aun así, la preocupación, señala Esteban, son las continuas dudas
acerca de las cifras provenientes de China, dado su papel como origen
de la pandemia, aun cuando dicho país intenta mejorar la situación
con una «diplomacia sutil» enviando suministros y ayuda a diversos
países afectados. «Existe mucha preocupación acerca de cómo esta
falta de transparencia ha evitado una mayor coordinación y
cooperación internacional,» declaró estaban a TIME. «Nadie cree en
las cifras de China.»

Y la preocupación no solamente esta fuera de China. El último
Martes, un respetado ginecólogo de Beijing, el Dr. Gong Xiaming,
calificó como «difícilmente convincentes» las declaraciones del
Embajador de China en Francia, quien señaló que las estadísticas
oficiales eran exactas. «Muchas personas (que fallecieron) no fueron
hospitalizadas a tiempo; y, por tanto, no fueron incluidas en las
estadísticas totales,» escribió el Dr. Gong a sus 4.7 millones de
seguidores en Weibo, un microblog que es la versión china de twitter.
«Tanto más honesto es usted, tanta más confianza le tienen.»

Comunicado por: Jaime R. Torres <torresj@email.com>

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