El gobierno de Estados Unidos anunció este miércoles 18 de agosto, que aplicará una tercera dosis de la vacuna contra la COVID-19 como «refuerzo» para todos sus ciudadanos a partir del próximo 20 de septiembre, ocho meses después de completar el esquema con Pfizer/BioNTech o Moderna (todavía no hay resolución para aquellos inmunizados con el producto monodosis de Johnson Johnson). Una medida similar ya habían decidido adoptar países como Uruguay, Chile, Israel, Francia y Alemania para la población más vulnerable, con el argumento de que declina la protección con el tiempo. Según Pfizer, una tercera dosis aumenta 100 veces la capacidad neutralizante contra la variante delta.

Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se manifestó en contra y teme que esa medida agudice la falta de vacunas en el resto del mundo, lo cual podría favorecer la emergencia de nuevas variantes. «Creemos claramente que los datos no indican la necesidad de refuerzos», afirmó la Dra. Soumya Swaminathan, científica principal de la OMS. «Vamos a dar chalecos salvavidas a los que ya tienen mientras estamos dejando a otros ahogarse sin un solo chaleco», lamentó el director de emergencias del organismo, Dr. Mark Ryan.