BUDAPEST, HUN. El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró el 23 de agosto que las dosis de refuerzo contra la COVID-19 deben retrasarse ya que se debe dar prioridad al aumento de las tasas de vacunación en países donde solo 1% o 2% de la población ha sido vacunada.

Si las tasas de vacunación no aumentan a nivel mundial, podrían desarrollarse variantes de preocupación y las vacunas destinadas a ser inyecciones de refuerzo deberían donarse a países donde las personas no han recibido su primera o segunda dosis, dijo durante una visita a Budapest.

«Además, existe un debate sobre si las inyecciones de refuerzo son efectivas», agregó Ghebreyesus en una conferencia de prensa con el ministro de Relaciones Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto.

Aquellos cuyo sistema inmunológico está comprometido deben recibir una vacuna de refuerzo, aunque representan solo un pequeño porcentaje de la población, agregó.

La OMS declaró la semana pasada que los datos actuales no indican que se necesiten inyecciones de refuerzo contra la COVID-19 y que las personas más vulnerables en todo el mundo deberían estar completamente vacunadas antes de que los países de altos ingresos implementen un refuerzo.

Estados Unidos anunció la semana pasada que planea hacer que las dosis de refuerzo de la vacuna contra la COVID-19 estén ampliamente disponibles a partir del 20 de septiembre a medida que aumentan las infecciones por la variante delta del SARS-CoV-2.

Hungría ya ha comenzado a distribuir ampliamente las vacunas de refuerzo y cualquiera que sea elegible cuatro meses después de recibir su segunda dosis de una vacuna contra el coronavirus.

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