La última actualización del estudio de coinfección VIH/VHC de Gesida confirma la tendencia en descenso, situando la tasa de pacientes coinfectados por debajo del 1%.
Sonia Moreno. Madrid
El estudio de prevalencia de coinfección por VHC en personas con VIH en España realizado por Gesida, el Grupo de Estudio del Sida de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) concluye que cada vez menos personas con VIH en nuestro país están afectadas también por una infección por el virus de la hepatitis C. En concreto, el estudio revela una tasa del 0,85%, un 96,1% menor que en 2015.
Esta actualización, apunta el experto en VIH Juan Berenguer, científico en el Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón, y coautor principal el estudio, es la octava que se realiza, desde la primera, en 2002. La segunda actualización de este estudio se realizó en 2009, y las seis restantes entre 2015 y 2021. La pandemia de covid-19 impidió su realización en 2020.
No obstante, la robustez de los datos aportados por esta investigación de Gesida permite afirmar que la estrategia de microeliminación de la hepatitis C en la población con VIH está cada vez más cerca.
‘Sencillamente espectaculares’
“Los datos de finales de 2021 del estudio de prevalencia de coinfección VIH/VHC son sencillamente espectaculares e indican que prácticamente se está logrando el ansiado objetivo de la eliminación del VHC entre las personas con VIH”, corrobora a este medio Juan Berenguer.
El amplio acceso a los antivirales de acción directa frente al VHC en España es “la causa principal del descenso drástico en la prevalencia de infección activa por VHC en personas con VIH” constatada en este registro.
Así lo refleja también la tendencia que se observa en los años posteriores al lanzamiento de esos tratamientos. A finales de 2015 la infección por virus C en personas con VIH alcanzaba una prevalencia del 22,1%, mientras que en 2019 se situó en 2,2%, es decir, un 90% menos.
Aun con estas buenas cifras, el especialista matiza que “de todas formas, no debemos olvidarnos del VHC, ni bajar la guardia mientras existan personas en situación de riesgo de infección por prácticas sexuales de alto riesgo de transmisión, en muchas ocasiones asociadas al consumo de drogas por vía parenteral”.
Y recuerda que “a pesar de los logros alcanzados, el VHC ha dejado un legado pues una proporción significativa de personas con VIH curadas de la hepatitis C tenían una cirrosis hepática en el momento de la curación y deberán permanecer en programas de cribado de carcinoma hepatocelular”.
Camino a la eliminación
Desde la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (Aehve), su coordinador Javier García-Samaniego, comenta a DM que “el trabajo realizado con las personas coinfectadas por VIH y VHC es justamente el camino que debemos seguir para eliminar la hepatitis C en otras poblaciones vulnerables, donde se ha avanzado también mucho desde la puesta en marcha del Plan estratégico para el abordaje de la Hepatitis C en el SNS (PEAHC), pero aún seguimos siquiera sin recuperar el ritmo prepandemia en poblaciones como los usuarios de drogas por vía parenteral (UDVP), que concentran la mayor parte del reservorio del virus”.
En cambio, el jefe de Hepatología del Hospital Universitario La Paz, en Madrid, muestra su satisfacción con la buena marcha de la iniciativa #HepCityFree, promovida por la Aehve, en la que participa la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), junto a otras sociedades científicas y asociaciones de pacientes comprometidas con el objetivo de la eliminación, y que cuenta con la colaboración de las compañías Gilead y Abbvie.
Los primeros resultados de esta iniciativa desplegada en Sevilla (la primera de las 17 ciudades en adherirse) se presentaron recientemente en el congreso de la AEEH, en Madrid. Gracias al programa, se consiguió detectar y empezar a tratar en Sevilla 283 casos de hepatitis C: 34 en centros de adicciones, centros de ITS y personas sin hogar, y 249 tras una revisión de datos en centros de salud.
Para los autores del estudio, los resultados de #HepCityFree en Sevilla demuestran la eficacia de la coordinación autonómica y municipal y de la colaboración con organizaciones sociales y sin ánimo de lucro, subrayando que aumentar las posibilidades de detección del VHC fuera de un centro sanitario y facilitar el acceso rápido y sencillo a la dispensación del tratamiento es la clave para lograr la eliminación en los colectivos más vulnerables.
Además, siete de las ciudades que participan en la iniciativa ya han desplegado las acciones de microeliminación que contempla el programa en centros que atienden a colectivos vulnerables de competencia municipal (inmigrantes, población sin hogar, usuarios de drogas), revisión de historias clínicas, telemedicina, formación y sensibilización, y que han permitido ya el diagnóstico y tratamiento de 3.600 personas. “Comprometer a las ciudades con la eliminación de la hepatitis C es factible y viable a pesar de que las competencias sanitarias descansen en las comunidades autónomas”, concluyen los autores de este estudio.