Un estudio sobre hombres gais y bisexuales nacidos en el extranjero que viven con el VIH en Francia ha concluido que el 62% de ellos adquirió el VIH tras trasladarse al país. El estudio se presentó en la 19ª Conferencia Europea sobre el Sida (EACS 2023), celebrada en Varsovia (Polonia).
Los hombres procedentes del norte de África y Asia tenían más probabilidades que los del resto del mundo de contraer el VIH en Francia, y los de América del Sur, menos. Los asiáticos y los africanos subsaharianos eran especialmente propensos, en comparación con los demás, a contraer el VIH en su primer año de llegada.
El estudio GANYMEDE analizó a 1159 hombres gais y bisexuales con VIH que acudían a 14 centros de atención de la región de París. Tenían una edad media de 43 años, llevaban una media de 18 años en Francia y seis años recibiendo atención sanitaria contra el VIH.
El 29% procedía de Sudamérica, el 21% de otros países europeos, el 16% del norte de África, el 15,5% del África subsahariana, el 15% de Asia u Oceanía y el 3% de Norteamérica.
Su recuento medio de CD4 en el momento del diagnóstico era de 400, lo que indica una infección bastante reciente, aunque el 5,4% tenía una enfermedad definitoria de sida en el momento del diagnóstico. El 14,5% de los participantes en el estudio que tenían una carga viral inferior a 50 cuando llegaron a Francia se presumía que habían adquirido el VIH antes de su llegada.
Los retos a los que se enfrentan algunos inmigrantes quedaron ilustrados por los resultados de una encuesta realizada a los participantes. Algo menos del 50% afirmó que no sabía hablar francés a su llegada; casi el 25% llegó como solicitante de asilo o inmigrante indocumentado; el 28% no tenía cobertura médica de ningún tipo; el 8% se quedó sin hogar en su primer año en Francia; el 27% estaba en paro; y más de la mitad dijo no tener suficiente dinero.

En cuanto a los motivos para venir a Francia, el 37% señalaron que el principal motivo eran los estudios (algo más de la mitad había llegado con un visado de estudiante), pero casi el mismo número (35%) dijo que la razón más importante era evitar la persecución por su sexualidad. Sólo el 10% señaló la necesidad médica como razón principal, pero de ellos la mayoría (64%) dijo que ya tenía el VIH.
Aproximadamente la mitad de los participantes pudieron determinar con bastante exactitud cuándo contrajeron el VIH; la fecha de infección de la otra mitad se estableció a partir de los historiales médicos o se estimó utilizando como indicador su último recuento de CD4 antes de iniciar la terapia antirretrovírica.
Los investigadores calcularon que el 62% de los participantes en el estudio habían contraído el VIH después de llegar a Francia. Esta cifra variaba sustancialmente en función de la región o el origen; una gran mayoría de norteafricanos (85%) y personas procedentes de Asia y Oceanía (73%) contrajeron el VIH en Francia, pero sólo una minoría (40%) de hombres procedentes de Sudamérica, lo que refleja en gran medida la prevalencia del VIH entre hombres gays y bisexuales en su país de origen.

Para la mayoría de los hombres inmigrantes que llegaron sin el VIH, la probabilidad de contraerlo en su primer año fue considerablemente mayor que en los años siguientes. La probabilidad de contraer el VIH en su primer año era del 13%, frente a una media del 5,5% en los cuatro años siguientes y del 4,8% en los cinco siguientes.
La infección en el primer año fue especialmente frecuente en los africanos subsaharianos. Se calcula que el 25% de los que contrajeron el VIH en Francia lo hicieron en su primer año allí, frente a sólo el 4,6% en los años dos a cinco y el 3,9% en los años seis a diez. Del mismo modo, en el caso de los hombres asiáticos, el 16% adquirió el VIH en su primer año, frente al 6% en cualquiera de los nueve años siguientes. El 11% de los norteafricanos adquirieron el VIH en su primer año, el 5,7% en los años dos a cinco y el 3,4% en los años seis a diez, pero casi la mitad adquirieron el VIH después de haber estado en Francia durante once años o más, y aunque las tasas anuales no pueden estimarse más allá del año diez, el riesgo de VIH pareció aumentar de nuevo después de ese momento.
Por el contrario, los llegados de otros países europeos tenían una probabilidad más o menos uniforme de contraer el VIH en cualquiera de sus primeros diez años en Francia, del 6,6% en su primer año al 5,4% en los años seis a diez, mientras que para el pequeño número de norteamericanos, el riesgo parecía aumentar con el tiempo, con un 5,8% de contraer el VIH en su primer año pero un 8,5% anual en los años seis a diez.

En el análisis multivariante, los hombres del África subsahariana tenían diez veces más probabilidades de contraer el VIH en su primer año de llegada que los europeos, y los asiáticos cinco veces más. Aunque los hombres mayores de 30 años tenían menos probabilidades de contraer el VIH en Francia que los más jóvenes (porque una proporción mayor ya lo tenía), su probabilidad de contraerlo en su primer año era un 12% mayor que la de los hombres más jóvenes. Los hombres que tuvieron más de diez parejas sexuales en su primer año tenían 7,6 veces más probabilidades de contraer el VIH en ese año que los hombres que tuvieron menos. Los hombres con una puntuación alta en los indicadores de privación social, como la falta de vivienda o el desempleo, tenían 2,5 veces más probabilidades.
Los investigadores comentan: «Este mayor riesgo puede explicarse por la acumulación de factores de vulnerabilidad y cambios en el comportamiento sexual, especialmente como resultado de un entorno más permisivo para mantener relaciones homosexuales».