Por Alejandro I. Lopez  El País

Gary García Espinosa, especialista en enfermedades virales de aves de la UNAM, habla de qué esperar del brote que ha puesto en jaque a las granjas avícolas a nivel mundial y amenaza con desencadenar contagios en humanos

El H5N1, un subtipo de virus de influenza altamente patógeno causante de la gripa aviar, ha protagonizado un número de brotes sin precedentes alrededor del mundo y encendido las alarmas tanto de la industria avícola, que ha tenido que sacrificar cientos de millones de aves de corral para frenar los contagios, como de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que advierte de su potencial pandémico desde hace dos décadas. El virus, que recientemente ha demostrado su capacidad para infectar a otros mamíferos y humanos, se vigila de cerca ante la aparición de nuevas versiones con mejor capacidad para transmitirse de persona a persona.

¿Qué es la gripe aviar?

Se trata de una enfermedad infecciosa provocada por distintos virus de influenza tipo A que afecta especialmente a pollos, pavos y otras aves de corral. En la naturaleza, la mayoría de virus responsables de la gripe aviar se alojan en aves acuáticas, como patos salvajes, gansos y otras especies costeras, que suelen cursar una enfermedad leve o asintomática. Sin embargo, el subtipo H5N1 altamente patógeno se ha mostrado implacable cuando alcanza aves de corral, con una letalidad que alcanza entre 90% y 100% de los ejemplares enfermos.

H5N1: la gripe aviar salta a humanos

Los virus de influenza se clasifican según los dos tipos de proteínas en su superficie, abreviadas H y N según su nombre científico (hemaglutininas y neuraminidasa, respectivamente). Entre decenas de combinaciones, dos llaman la atención de la comunidad científica: los H5 y H7. “Son los que realmente nos preocupan, porque son los de mayor mortalidad y diseminación. En algún momento se espera que puedan afectar a algunas personas, por eso se mantienen en vigilancia constante desde hace algunas décadas”, explica a EL PAÍS Gary García Espinosa, doctor en Ciencias Veterinarias por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y experto en enfermedades virales de aves.

Aunque la influenza aviar se conoce hace más de un siglo, no fue hasta 1997 cuando un brote de H5N1 que afectó a más de 70.000 aves de corral en Hong Kong dio un salto impensado: por primera vez, el mundo fue testigo del contagio de gripe aviar de aves a humanos. El Gobierno contabilizó 18 casos positivos, de los cuales seis murieron a causa de complicaciones del virus. Entonces tomó una decisión radical y decidió sacrificar al millón y medio de pollos criados en granjas de la isla. Aunque el brote no escaló a niveles epidémicos, dejó de manifiesto la capacidad del virus de superar las barreras que, en teoría, le impedían infectar a humanos.

¿Cuándo llegó el H5N1 a México?

La influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP H5N1) fue detectada en México en octubre de 2022. El primer caso documentado se trató de un ejemplar de halcón entrenado para cazar aves más pequeñas en Metepec, Estado de México, que murió por complicaciones de la enfermedad el 9 de octubre. Dos días después, las pruebas de laboratorio confirmaron la infección por el subtipo. “El virus H5N1 que tenemos en México no es nuevo. Aunque difiere un poco genéticamente del que fue detectado desde 1997 en China, sigue siendo el mismo virus que causa una alta mortalidad en las aves susceptibles”, asegura García Espinosa. Desde entonces, la OMS mantiene una estrecha vigilancia a los brotes de influenza aviar en todo 

¿Cómo se transmite la gripe aviar?

Entre aves

Los virus que causan influenza aviar se concentran en la saliva, mucosa y restos fecales de aves infectadas. Cuando un ejemplar sano entra en contacto con las gotículas respiratorias, el contagio es seguro. En las granjas avícolas, que concentran a decenas de miles de aves en hacinamiento, la letalidad del H5N1 puede alcanzar 100%. “Tras confirmar el diagnóstico y en cuestión de días, las aves infectadas van a enfermar en su totalidad y van a morir”, explica García Espinosa.

Contagio de aves a humanos

Aunque la transmisión de H5N1 de aves a humanos es poco común, cuando el virus infecta a una persona, la probabilidad de enfermedad grave y muerte es alta. En los últimos veinte años, la OMS ha notificado 868 casos confirmados de H5N1 y 457 decesos, con una letalidad superior al 50%. A diferencia de otros virus de influenza que afectan a nuestra especie, no existe evidencia científica de que el H5N1 se transmita de persona a persona. De ahí que la mayoría de los casos sucedan en granjas avícolas, producto del contacto directo con aves infectadas. Una proporción menor obedece al contacto indirecto, a través de superficies contaminadas y espacios cerrados en las granjas, donde las gotículas respiratorias despedidas por las aves enfermas ingresan a través de los ojos, la nariz o la boca de las personas. “Es un virus muy contagioso, se puede transmitir fácilmente si no se tiene cuidado en las manos y con todo el equipo que se utiliza en una unidad de producción”, asegura García Espinosa.

Impacto en la industria avícola

A mediados de febrero de 2023, las autoridades sanitarias en México no reportan focos activos tras el sacrificio de 5.6 millones de aves de corral a finales de 2022, lo que propició un aumento inédito del precio del kilo de huevo. Según García Espinosa, las medidas de bioseguridad implementadas por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad (Senasica) han funcionado para mitigar el impacto del H5N1 en la industria avícola del país, la cuarta más grande del mundo. En Estados Unidos, la enfermedad ha obligado a sacrificar una cifra récord de 58 millones de aves de corral e impulsado un aumento del 109% en el precio del huevo. En el resto del continente, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Honduras, Panamá, Perú y Venezuela también registran brotes activos de influenza aviar.

Un virus con potencial pandémico

Al margen del daño a la industria avícola, la principal preocupación que comparten García Espinosa y otros expertos en enfermedades de origen animal en humanos (zoonosis) radica en la posibilidad de que la amplia circulación del virus produzca una versión mejorada, capaz de transmitirse fácilmente de aves a humanos y de superar las barreras que impiden el contagio de persona a persona. “El riesgo existe porque sabemos por antecedentes y características biológicas del virus que puede recombinarse con otros subtipos de influenza. Lo que puede ocurrir es que el H5N1 se adapte a las características biológicas de una persona. El virus va a buscar adaptarse a otro organismo, porque tiene las características para hacerlo y así ha sucedido en el pasado”, explica. A inicios de enero de 2023, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lanzó una alerta epidemiológica debido a la “persistencia inusual” del H5N1 y llamó a los países de la región a reforzar sus sistemas de vigilancia, especialmente las medidas de bioseguridad en granjas. Dadas las características de los virus de influenza, cada nuevo contagio resulta una oportunidad para producir mutaciones azarosas, de las que podría surgir una versión mejor adaptada a nuestra especie.