Por Carlos Sierra

«Si no perteneces a ningún grupo de riesgo (avanzada edad o padecimiento de enfermedades como obesidad, diabetes o patologías cardiovasculares) no tienes por qué preocuparte si te infectas con el SARS-CoV-2. Serás asintomático o padecerás la COVID-19 de forma leve». Esta frase, muchas veces repetida desde el comienzo de la pandemia en la que actualmente nos encontramos, es cierta en la mayoría de las ocasiones, pero cada vez hay más casos documentados de individuos jóvenes y sanos que enferman gravemente, pudiendo llegar a fallecer. La conclusión es que nadie puede relajarse, todos estamos en peligro hasta que se demuestre lo contrario. Pero ¿se puede conocer a priori el riesgo de padecer la COVID-19 de forma grave?

La epigenética, una posible herramienta predictiva

Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), el Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras (IJC) y de la Universidad de Barcelona, en Barcelona, han encontrado que una de las claves puede ser la epigenética.

En un estudio publicado el 15 de abril en EBioMedicine, los investigadores liderados por la Dra. Aurora Pujol del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge y el Dr. Manel Esteller del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, analizaron retrospectivamente muestras de sangre y los datos clínicos de 407 pacientes diagnosticados de COVID-19 de catorce hospitales de España entre el 7 de marzo y el 14 de septiembre de 2020.

El criterio de inclusión fue que no presentaran ninguna comorbilidad de riesgo: obesidad con un índice de masa corporal mayor de 30, diabetes, hipertensión, desórdenes autoinmunes, enfermedades cardiovasculares o pulmonares crónicas, fumadores o mayores de 61 años.

El procedimiento empleado fue analizar su material genético en función de si habían sido asintomáticos, padecido síntomas leves, habían requerido asistencia respiratoria o habían sido ingresados en el hospital, con el objetivo de encontrar marcadores epigenéticos asociados a la gravedad de la COVID-19.

Para ello agruparon a los pacientes en dos cohortes: una de validación de 200 individuos asintomáticos o con síntomas leves, y una de descubrimiento con 207 pacientes que habían recibido respiración asistida o habían sido ingresados en el hospital.

Al comparar los resultados obtenidos en las dos cohortes, identificaron aproximadamente 44 islas CpG cuyo estado de metilación del ADN difirió significativamente entre los pacientes asintomáticos o leves y los gravemente enfermos. Estas islas, a su vez, se han relacionado con tres factores epigenéticos que regulan la actividad del ADN.

«El primer factor tiene que ver con la expresión de unos genes que provocan una respuesta inmune demasiado fuerte, el segundo con una respuesta inflamatoria excesiva y el tercero con los desajustes metabólicos que también desencadenan enfermedades como la diabetes o la obesidad», explicó a Univadis España el Dr. Manel Esteller.

A partir de este hallazgo, los investigadores obtuvieron una «firma epigenómica» a la que denominaron EPICOVID+ que predijo la gravedad de la COVID-19 con una precisión de 90,18% en la cohorte de descubrimiento.

La utilidad de EPICOVID+

El siguiente paso de este estudio fue estimar el total de la población mundial que tendría inscrita EPICOVID+ en su ADN. Para ello, estudiaron de manera retrospectiva el material genético de 338 individuos sanos cuya sangre se recolectó antes del descubrimiento de la COVID-19 y encontraron que el 13,31% de ellos (45) presentaban EPICOVID+.

«Esto significa que hay un 13% de la población que, aun estando sana, si algún día contrae el virus tendrá un elevado riesgo de enfermar gravemente. Son un grupo con el que, por lo tanto, debemos tener especial cuidado», explicó a Univadis España la Dra. Aurora Pujol.

De esta forma, «con estas herramientas avanzadas de medicina personalizada, tanto del campo de la genómica como de la epigenómica, es posible diseñar modelos predictivos que permitan detectar pacientes en riesgo de peor pronóstico y, por tanto, mejorar su tratamiento y evitar el colapso del sistema sanitario», continuó la Dra. Pujol.

«Dado el elevado número de personas infectadas por el virus que han saturado todos los sistemas de salud del mundo, sería bueno tener formas de predecir de antemano si la infección por el virus en un individuo determinado requerirá hospitalización o simplemente puede controlarse desde un centro de salud. Y EPICOVID+ puede ser la respuesta, ya que servirá para diseñar estrategias de intervención temprana para mejorar la tasa de curación y aliviar la carga sobre el sistema sanitario», concluyó el Dr. Esteller.