Pablo Hernández Mare

«Las tendencias que observamos son claras: este año ha sido peor que el anterior en toda la región. En muchos lugares hay más casos ahora que en cualquier otro momento de la pandemia», destacó en sus palabras de apertura de la sesión informativa semanal de este 9 de junio la Dra. Carissa F. Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

La Dra. Etienne señaló que la semana pasada se notificaron cerca de 1,2 millones de nuevos casos de COVID-19 y más de 34.000 fallecimientos conexos en la región de las Américas.

De acuerdo con la directora de la OPS, a pesar de que muchos países de la región han duplicado e incluso triplicado el número de camas de hospital, «las camas de unidades de cuidados intensivos están llenas, el oxígeno se está agotando y los trabajadores de la salud están desbordados».

No obstante esta situación precaria que se vive en la región, la Dra. Etienne advirtió que se están relajando las medidas de salud pública como si las cifras estuvieran disminuyendo, aunque no es así. «Las medidas de salud pública nunca han sido tan importantes como ahora», recalcó.

La responsable de la OPS enfatizó que por la lentitud con la que avanza la tasa de vacunación contra la COVID-19 en Latinoamérica y el Caribe, el control del virus podría tomar años si se mantienen las tendencias actuales.

«Hoy estamos viendo el surgimiento de dos mundos: uno que vuelve rápidamente a la normalidad y otro en el que la recuperación sigue estando en el futuro lejano», indicó la Dra. Etienne, quien ya había advertido a inicio del año que 2021 podría ser mucho peor que 2020.

Aunque eventualmente las vacunas ayudarán a detener la propagación del virus, el progreso de la inmunización en la región ha sido muy desigual, ya que mientras Estados Unidos ha vacunado completamente a más de 40% de su población, algunos países, como Bolivia, Ecuador y Perú solo han vacunado a 3%, y otros como Guatemala, Trinidad y Tobago y Honduras ni siquiera a 1%.

La Dra. Etienne lamentó que pocos países han acumulado la mayor parte del suministro de vacunas, mientras que la mayor parte del mundo espera que lleguen dosis con cuentagotas.[1]

«Todos los países necesitan más dosis, pero los países de mayor riesgo, donde las vacunas han tardado más en llegar y donde no se ha protegido aún a las personas vulnerables, son los que necesitan urgentemente más vacunas», alertó la Dra. Etienne.

La directora de la OPS congratuló la decisión del gobierno de Estados Unidos de donar 6 millones de dosis a países de Latinoamérica y el Caribe. «España también ha hecho una generosa donación de 5 millones de dosis a Latinoamérica y el Caribe. Y estamos muy agradecidos a Canadá, que se ha comprometido a contribuir con 50 millones de dólares canadienses para ampliar el acceso a las vacunas contra la COVID-19 en la región. Esperamos que otros países, en particular aquellos con dosis sobrantes, y las instituciones financieras mundiales, sigan sus pasos para brindar el apoyo que necesitamos para proteger a 70% de nuestra población que no estará cubierta por el mecanismo COVAX».

Inequidad en el acceso exacerbada por ‘discriminación’ de algunas vacunas

Respecto a la decisión de países como España de aceptar turistas que han sido inmunizados con vacunas autorizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Dr. Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS, apuntó que en la situación actual en todo el mundo, donde hay acceso limitado a las vacunas, esas regulaciones por parte de los países pueden ampliar la inequidad al acceso de los biológicos entre los países y al interior de cada país.

«Lo más importante es mantener las medidas de vigilancia y prevención para los países que van retomando las actividades de turismo para que puedan hacerlo de manera vigilada y puedan identificar rápidamente los contagios», recomendó el Dr. Barbosa.

Asimismo, el especialista puntualizó que no se puede predecir cuándo terminará la pandemia y, aunque muchos países hacen todo lo que pueden para reducir la transmisión del virus, otros presentan aumento en los casos en los últimos meses.

Por su parte, la Dra. Etienne auguró que si continúa la tendencia actual en el manejo de la pandemia, aumentarán las disparidades sociales, económicas y en materia de salud en la región de las Américas, y pasarán años antes de que se logre controlar al virus.

«Si trabajamos juntos podemos limitar la propagación de la COVID-19, podemos avanzar hacia un mundo más equitativo y cumplir nuestra promesa de lograr la salud para todos», concluyó la directora de la OPS.