Por Liz Highleyman

El herpes simple se refiere a las afecciones causadas por dos virus relacionados que provocan ampollas dolorosas. El herpes es difícil de prevenir, tratar y curar, pero los científicos están trabajando en vacunas y mejores medicamentos.

El herpes oral (herpes labial o calenturas), que afecta a los labios y la boca, suele estar causado por el virus del herpes simple-1 (VHS-1), mientras que el herpes genital, que afecta a la región genital o anal, suele estar causado por el virus del herpes simple-2 (VHS-2). Sin embargo, ambos virus pueden aparecer en cualquiera de las dos zonas.

Alrededor de dos tercios de los estadounidenses tienen el VHS-1 y aproximadamente el 15% de los adultos tienen el VHS-2. Las personas seropositivas tienen más probabilidades de ser portadoras del VHS y son propensas a sufrir brotes más frecuentes y graves. Además, tener el VHS facilita la adquisición y transmisión del VIH.

El VHS-1 y el VHS-2 pertenecen a una familia más amplia de herpesvirus humanos que también incluye el virus de Epstein-Barr y el virus varicela-zóster que causa la varicela y el herpes zóster. Al igual que otros herpesvirus, causan infección de por vida. El VHS-1 y el VHS-2 establecen una infección latente en las células nerviosas y no son eliminados por el sistema inmunitario.

El VHS-1 se transmite principalmente por contacto con el herpes labial o a través de la saliva. El VHS-2, clasificado como infección de transmisión sexual (ITS), suele propagarse a través del contacto con llagas en los genitales o en la zona anal. Pero los virus pueden transmitirse de la boca a los genitales o viceversa durante el sexo oral. El VHS se propaga más fácilmente cuando una persona tiene llagas activas, pero algunas personas eliminan el virus antes de los brotes.

Las personas con herpes a menudo experimentan vergüenza o estigma y les preocupa transmitir el virus. Hable con sus parejas sexuales sobre el herpes genital y otras ITS, y evite las relaciones sexuales durante los brotes activos. Los preservativos y las barreras dentales ofrecen una protección parcial. Curiosamente, algunos estudios sugieren que la profilaxis preexposición al VIH (PrEP) también reduce el riesgo de contraer el VHS.

El VHS-1 y el VHS-2 están inactivos la mayor parte del tiempo, pero pueden reactivarse periódicamente y causar brotes recurrentes. El herpes suele comenzar con pequeñas protuberancias rojas que se llenan de líquido y se rompen para formar ampollas dolorosas. Esto puede ir acompañado de síntomas parecidos a los de la gripe e inflamación de los ganglios linfáticos. En un pequeño número de casos, el herpes simple puede afectar a órganos como los ojos, los pulmones, el hígado y el cerebro.

Las llagas herpéticas suelen curarse en unas dos semanas y el virus queda latente, pero no desaparece. Muchos factores pueden desencadenar brotes recurrentes, como otras enfermedades, la exposición al sol y el estrés emocional. Algunas personas experimentan una sensación de hormigueo o quemazón conocida como pródromo poco antes de un brote.

Los medicamentos antivirales pueden reducir la gravedad y duración de los síntomas, ayudar a prevenir la reactivación vírica y disminuir el riesgo de transmisión del VHS, pero no eliminan el virus.

Tres análogos nucleósidos similares -aciclovir (Zovirax), valaciclovir (Valtrex) y famciclovir (Famvir)- están aprobados para tratar el herpes oral y genital. Estos antivirales se toleran bien y tienen pocos efectos secundarios. El tratamiento funciona mejor si se inicia en las 24 horas siguientes a la aparición de los primeros síntomas o signos prodrómicos. El VHS no siempre responde a los antivirales utilizados habitualmente, y algunas personas, especialmente las inmunodeprimidas, desarrollan virus resistentes al aciclovir.

Los investigadores están trabajando en nuevas terapias que podrían ser más eficaces. Pritelivir, un antiviral dirigido contra las enzimas helicasa-primasa del VHS, se encuentra en fase III de ensayo. Se están estudiando otros tratamientos, como los anticuerpos monoclonales y la terapia génica. En la actualidad no existen vacunas para prevenir o tratar la infección por VHS-1 o VHS-2, pero éste es también un campo de investigación activo.

Un creciente movimiento de defensa del herpes está siguiendo los pasos de los activistas del VIH para conseguir más financiación e investigación. Pregunta a tu médico si un ensayo clínico podría ser una buena opción para ti.