Conferencia | Congreso de cuidados intensivos
En un pequeño estudio realizado en California, los pacientes con COVID-19 grave que fueron hospitalizados mostraron una reducción en las tasas de intubación y mortalidad cuando se les administró una terapia combinada de remdesivir, dexametasona y plasma convaleciente (PC).
Los hallazgos se presentaron en el Congreso de cuidados intensivos de este año .
El estudio incluyó a adultos menores de 81 años que habían confirmado COVID-19 con una saturación menor del 94% o menos en el aire ambiente, que requerían oxígeno suplementario o ventilación mecánica de menos de 24 horas.
Un total de 56 pacientes calificaron para incluirse en este estudio y 33 de estos participantes recibieron dexametasona y plasma de convaleciente y 24 pacientes recibieron remdesivir además de dexameatsona y CP. Los datos demográficos y las comorbilidades en ambos grupos fueron similares sin diferencias significativas.
En cuanto a los resultados, el 42% de los pacientes a los que no se les administró remdesivir requirió intubación, y solo el 25% de los pacientes que sí recibieron la terapia requirió intubación.
En la cohorte que no recibió remdesivir, el 54% de los pacientes ingresaron en la unidad de cuidados intensivos (UCI), mientras que el 45% del grupo que sí recibió la terapia requirió ingreso en la UCI.
La tasa de mortalidad durante la hospitalización entre los pacientes que no recibieron remdesivir fue del 21%, mientras que el segundo grupo que recibió la terapia tuvo una tasa de mortalidad del 8%.
Para ambos grupos, la duración total de la estancia hospitalaria fue similar.
«El resultado de nuestro estudio es similar a otros estudios que apoyan el uso de Remdesivir en pacientes hospitalizados infectados con SARS-CoV-2 y requieren terapia de oxígeno suplementario», concluyeron los investigadores.